8. Coordinación entre los organismos electorales y la sociedad civil

Los organismos electorales pueden coordinarse con la sociedad civil para mejorar el alcance de sus mensajes o ampliar su capacidad para participar en actividades que requieren mucho tiempo y trabajo, como la verificación de datos o la escucha social. La capacidad para forjar este tipo de asociaciones variará significativamente en función de la credibilidad, la independencia y la capacidad tanto de los organismos electorales como de las CSO en un país determinado. 

6. Proceso de remisión y resolución de denuncias por desinformación

Dada la controversia y la falta de consenso sobre los estándares por los cuales las plataformas de redes sociales determinan cuál es el contenido permitido en sus plataformas, el aumento de la soberanía nacional sobre los contenidos permitidos es un tema de interés en muchos países.

3. Códigos de conducta o declaraciones de principios del organismo electoral para el período de las elecciones

Si bien los organismos electorales carecen generalmente de autoridad para sancionar o disuadir el comportamiento de agentes de desinformación extranjeros, pueden disponer de autoridad para establecer normas dirigidas a agentes nacionales. Los códigos de conducta son una herramienta que utilizan algunos organismos electorales para definir cómo deben comportarse en general los partidos políticos, los candidatos, los medios de comunicación o el electorado durante el período electoral.

2. Planificación de la comunicación en caso de crisis frente a amenazas de desinformación

 Los organismos electorales afrontan una potente combinación de presiones, que incluyen: una mayor percepción pública de la desinformación como una amenaza para las elecciones, presión sobre ellos para que se les vea luchando activamente contra la desinformación, diferentes niveles de comprensión de la naturaleza del problema entre los organismos electorales, y la naturaleza urgente de las respuestas eficaces.

1. Comunicación estratégica y educación a votantes para mitigar las amenazas de desinformación

En una época de sobrecarga de información y desinformación digital, es sumamente importante que los organismos electorales puedan captar la atención con una divulgación de mensajes proactiva y enfocada.  Como la información creíble puede perderse en un mundo de mensajes problemáticos, confusos y engañosos, el ímpetu se centra en los agentes autorizados, como los organismos electorales, para garantizar que los mensajes creíbles lleguen a los públicos adecuados de manera que logren tener repercusión.