10. Conclusión y recomendaciones

La sociedad civil desempeña un papel fundamental y variado en la infraestructura de integridad de la información, pero la mayoría de las organizaciones que operan en este espacio carecen de recursos, tienen poca capacidad y son incipientes. Las entidades de financiamiento y los encargados de la implementación deben invertir en el desarrollo a largo plazo de la experiencia a nivel de base, en la colaboración internacional y en la comunicación local a global para garantizar que las amenazas futuras a la integridad de la información se aborden con prontitud, y deben crear un entorno global en el que la desinformación se convierta en una táctica menos eficaz para la guerra híbrida, la competencia política o las intervenciones malignas en el discurso civil. 

 

Recomendaciones

Las organizaciones civiles desempeñan un papel clave en la identificación y respuesta a los desórdenes informativos, especialmente cuando pueden establecer una reputación como actores objetivos relativamente independientes. Sin embargo, estas ventajas vienen con compensaciones, especialmente si sus electores tienden a ser relativamente urbanos, altamente educados, más ricos o más conectados a internet en promedio. Los diseños de programas deben tener cuidado al focalizar las intervenciones para fomentar la aceptación entre los grupos desatendidos. 

Los enfoques de redes y coaliciones para contrarrestar la desinformación, incluida la colaboración internacional, pueden identificar ventajas comparativas, aumentar la escala y mejorar la diversidad de enfoques programáticos. 

En relación con lo anterior, los programas enfocados en la sociedad civil deben incorporar un enfoque intencional en la inclusión, y más específicamente, la interseccionalidad, particularmente en los enfoques de coalición y redes. El apoyo a los grupos civiles debe incorporar un análisis distinto para identificar los desafíos únicos que enfrentan los grupos con identidades interseccionales dentro de un contexto histórico específico, ya que los responsables de campañas de desinformación pueden depender de la apatía o complicidad de grupos identitarios no marginados. La acción colectiva es más probable cuando estos grupos e individuos que no están políticamente marginados comprenden que tienen interés en defender los derechos de los grupos más pequeños y vulnerables.

Las organizaciones civiles pueden considerar asociarse con instituciones políticas o sociales existentes para ajustar las respuestas programáticas a la desinformación, especialmente si la organización en sí tiene una audiencia pequeña o limitada. Un ejemplo podría incluir la asociación con los sistemas escolares para implementar programas de alfabetización mediática.

Los programas que trabajan en la defensa, especialmente en torno a la regulación de internet o plataformas, deben considerar el contexto cultural específico de los debates en torno a las compensaciones entre libertad de expresión y seguridad. 

Los programas que trabajan con organizaciones civiles para implementar programas de lucha contra la desinformación deben considerar componentes de capacitación en seguridad específicos, incluida la ciberseguridad, la protección de datos, los planes de respuesta para ataques a la información y la seguridad física contra represalias.